viernes, 21 de septiembre de 2012

UNA "CIVILIZACION" SIN ESPEJOS...

 
Hay una vez...
          Un mundo en donde la ciencia mas difundida y estudiada es el fútbol... Casi todos sus habitantes son doctorados,  tienen aptitudes y conocimientos para ser  hinchas, técnicos, consejeros, árbitros, relatores, críticos, etc. En donde la TV, las radios y los periódicos dedicaban grandes y significativos espacios a su difusión con especificaciones didácticas de todos sus matices.
       Cualquiera, sea señor o mendigo, conoce y habla sobre esta ciencia con propiedad, discute criterios, tiene opiniones formadas y sabe sostenerlas.
        Saben que sus elementos básicos son  una cancha plana con medidas exactas, dividida al medio, que tiene dos arcos situados uno en cada extremo, y que  necesita de una pelota, se juega con once jugadores de cada lado que tienen por misión ensartar la pelota dentro del arco del lado contrario.
        También saben que hay varios clubes con diferentes banderas, con diferentes técnicos, diferentes estrategias, y cada uno es hincha del que heredo de sus antepasados o, mas raramente, del que le gusta más.
         Una noche, los misterios de la suprema conciencia les hicieron tener a cada uno una atroz pesadilla en donde, en un enorme espejo les era mostrado un juego de su equipo favorito. Se vieron como parte de la hinchada  en una cancha sin medidas, llena de yuyales, sin marcas y sin arcos. Su hinchada gritaba y reclamaba pero era inútil. Su equipo entro a la cancha y el juego iba a comenzar... el equipo contrario entro...
¡¡¡Terror!!! Entraron todos, los titulares y los suplentes... Cada  jugador tenia una pelota en su mano (algunos tomaban teréré). Entraron los árbitros llevando los arcos. Cada vez que un jugador colocaba su pelota en el suelo venían los árbitros la cabrían con el arco y su hinchada gritaba ¡Gol! Tan fuerte que ahogaban los reclamos de la hinchada del soñante  y nadie se daba cuenta de que sus once jugadores estaban ahí atónitos, aterrorizados y sin saber que hacer, procurando esquivar los embates de las carreras triunfantes de los avasalladores.
Los soñantes sudaban en sus camas, sentían que su ira y la de su hinchada  iba en aumento... Cuando se levantaban dispuestos a "pulverizar" a los que se burlaban tan asquerosamente de ellos...
Vieron que sus adversarios se transformaban en diputados, senadores, jueces, presidentes y funcionarios públicos y que ellos y su hinchada se transformaban en empleados, almaceneros, profesores, comerciantes, vendedores de diarios, mercaderas, jardineros, chiperos, etc.
La ira se les pasó...
¡¡¡Alivio!!! !!!
La primera parte del sueño... ¡¡¡solo había sido una pesadilla!!!!!!
Y despertaron felices...
Maria Joao Soares